Creemos muy profundamente en la idea de que el modo en el que eres acompañada en tu infancia, especialmente los primeros años de vida, marcará buena parte de tu experiencia vital, de tus relaciones, de tu contacto contigo misma y con el entorno durante el resto de tu vida.
Podemos ver alrededor un mundo bastante ajeno a lo que sería un ideal de vida…(guerras, injusticias, fracaso escolar, ansiedad, trastornos…). Esas señales nos indican que necesitamos otra manera de vivir y de hacer.
Por ello, si miramos con el corazón podemos ver momentos maravillosos y mágicos, que son los que nos guían. Así que nosotras como filosofía de vida hemos decidido comprometernos con Waslala, y responsabilizarnos así con nuestro presente para proyectar en futuro.
Ser conscientes de nuestro propio yo y nuestras dificultades y potencialidades, vivir la presencia del momento, respetar al otro sin juzgarlo, poner nuestros propios límites, aceptar cada realidad desde el amor y aprender de cada momento, vivir el conflicto como una oportunidad…son parte del trabajo a hacer por personas adultas y niños y niñas…
Y esto lo hacemos mirando ahí…
Cuando una niña se enfada...
reconocemos sin juzgar su emoción, para que pueda sentir el enfado, y poderlo mirar para aprender de sí misma.
Cuando un niño se cae...
miramos su cuerpo, localizamos el dolor y lo sanamos, vemos qué ha ocurrido y acompañamos su emoción.
Cuando una niña está jugando…
estamos presentes para asistir a sus necesidades sin intervenir en el juego. Disfrutamos de la magia del momento y observamos para prevenir cualquier daño que se pueda producir.
Y de eso se trata todo esto…de estar conectadas y PERMITIRNOS SER.
Cada momento es único
Cada momento es único y diferente, no existen trucos ni varitas mágicas…no existen tips que funcionen para cada situación. La observación, el autoconocimiento y la presencia hacen la diferencia.
Crecer juntos. Que el otro/a pueda crecer conmigo, y yo con el otro/a
Tanto en los acompañamientos como en la escuela tenemos una mirada sistémica. Cada situación familiar afectará a todos los individuos que la conforman.
“Cambiar la educación para
poder cambiar el mundo”.
Claudia Naranjo
DECÁLOGO
1.
Permitirnos y permitirles ser
2.
Cuidarnos para cuidar
3.
Aprendizaje de dentro a afuera. Sin emoción no hay aprendizaje
4.
Mirada sistémica
5.
Presencia
6.
Respeto a los tiempos
7.
Amor incondicional
8.
Tiempo para cada momento
9.
Escuchar qué necesitamos
Su concentración como expresión de la presencia es la clave y mantenemos esa magia sin sacarla de su mundo. Está expresando y a la vez aprendiendo…pero no lo hace por nadie, no lo hace porque nadie le diga que está bonito, bien o feo, lo hace en propia conexión con su ser.
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